Los expertos en RRHH deben estar abiertos a crear puestos de trabajo que antes no existían, si quieren mantener la estructura de su organización a la vanguardia.
A pesar de que en no pocas ocasiones se coloca una etiqueta negativa sobre los efectos de la tecnología en el mundo laboral, por aquello de que sustituye al personal, poco se habla de la inyección de innovación que aporta a las organizaciones, que enfrentan el reto constante de la adaptación y la creación, o por lo menos adecuación continua, de los perfiles de trabajo dando origen a nuevas y sorprendentes posiciones.
En ese rubro quizá no hay porcentajes exactos para definir el impacto en la innovación, pero los efectos son más que visibles en términos de especialización y mayor complejidad en las acciones que realiza cada elemento de la empresa, donde con mayor frecuencia se observa la necesidad de incorporar a los procesos a expertos que puedan desarrollar y operar los mismos.
Así, aunque para el usuario parezca de lo más simplificado, la tecnología es cada vez más sofisticada en el back-end y requiere de un gran trabajo de respaldo y muchas especialidades que puedan dar soporte a los procesos. Un ejemplo de este cambio es el llamado Machine Learningque supera la actividad humana en muchos aspectos o el Blockchain, que ya se vive como una realidad que exige que los puestos de verificación de cada unidad tengan un componente que requiere de conocimientos diferentes y eso, a su vez, se traduce en que en las organizaciones haya puestos diferentes para tener la respuesta más oportuna. Es decir, es tanto el aprendizaje que se debe tener todo el tiempo que se vuelven especialistas en la materia.
Por otro lado, la parte de competencias individuales en los perfiles laborales también ha evolucionado en sus exigencias y las disciplinas se interrelacionan para crear nuevas familias. Por ejemplo, hoy no solo es posible, sino que es deseable, contratar a un abogado fiscalista, cuando hace tiempo se debía contratar a dos profesionales, cada uno con un rol específico, abogado y fiscalista. Y un ejemplo más actual y acorde a la realidad tecnológica que vivimos son los famosos dev-op, los desarrolladores que operan sus propios espacios, y el marketing digital, que es una especialidad dentro de las áreas de mercadotecnia que exige conocimientos tecnológicos, de mercado y, a veces, hasta de diseño de web.
De ahí la importancia de que los especialistas en Recursos Humanos sigan con atención la evolución del mercado para dar pasos oportunos en el terreno laboral y establecer lineamientos que aseguren que la organización tendrá la capacidad para responder de manera inmediata. Cuando se promueven este tipo de ajustes, la sugerencia es impulsar a los empleados internos allegar los nuevos proyectos o retos de crecimiento y expansión, ya que estos necesariamente exigen voltear hacia el interior de la empresa y encontrar a la persona adecuada para abanderar este cambio, lo cual es muy motivador para muchos de los empleados por el crecimiento y la oportunidad de hacerlo o, ahora bien, si no hay un profesional de esas características interno, buscar en el mercado a alguien que ofrezca lo que se está requiriendo. Es importante tomar en cuenta las firmas certificadoras de competencias para que dentro de lo nuevo se tenga constancia de un tercero.
Definir qué es mejor en esta situación, si crear un puesto diferente en la empresa o contratar servicios externos para que realicen esas funciones, es igualmente válido; solo hay que tener en cuenta qué se requiere, en cuanto al tiempo de duración de los proyectos, y qué presupuesto será necesario. En este punto es importante ver cuando un proyecto será de duración corta y especializada, ya que entonces tal vez lo más conveniente sea la subcontratación en alguna de sus modalidades. Si el proyecto es de largo plazo y se tiene una buena negociación con el proveedor, seguramente resultará más conveniente cubrir las posiciones con personal interno. En pocas palabras estamos hablando de una amortización de los recursos.
En esta aparente complejidad que implica saber cuándo es momento de cambiar, de capacitar, de innovar, debe mantenerse en foco que no hay empresa que no resulte impactada por la tecnología y el cambio y, si alguien no lo percibe así, sería mejor que empiece a pensar en salir del mercado. Hoy, nadie está a salvo; quien no invierte en tecnología, se pondrá en riesgo. Moverte a tiempo, readecuarse, reinventarse, puede salvarte a ti y a tu empresa; recuerda que, si tú no lo haces, alguien más lo hará por ti.
Fuente: Revista Forbes.